Lo mejor de la vida pasa sin querer, casi casi sin pensar, situaciones que el destino te pone al paso y tú decides si tomarlas o dejarlas escapar...
Así, un buen día, decidí iniciar este taller de lectura... Al principio no sabía muy bien qué hacer, sólo tenía la idea en mi cabeza y muchas ganas de hacerlo bien. Hoy, a casi tres años de aquel comienzo se puede decir que "me he profesionalizado" y los resultados son cada vez mejores.
Esos minutos, esos preciosos minutos en que los niños leen concentrados:
¡qué alegría! ¡No tienen comparación!
(hacer "click" sobre las fotos para verlas más grandes)
Nunca estan en silencio, y a veces -debo decirlo- llegan al taller con muy pocas ganas de leer, hay días y días, sin embargo poco a poco el ambiente los va invitando, son los propios niños quienes marcan las pautas; después de los saludos y las charlas habituales, cada uno toma su sitio, cada uno con el libro que ha elegido con entera libertad.
¡y cómo no leer con tantos libros! ¡uf!
Y después de unos minutos ¡lo logramos! todos estan leyendo! comentando, inquietos, sorprendidos. A veces encuentran más llamativo el libro que esta leyendo algún compañero y deciden compartirlo, otras permanecen absortos en su propia elección y casi sin darse cuenta, los minuos han pasado ¡30 minutos! 30 minutos de lectura ininterrumpida. Después vienen las actividades, todas -por supuesto- encaminadas a la lectura y la escritura creativa, y eso merece otro post!
¡wow! una vez más lo conseguimos!
Lucero*
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