También mis pequeñines hicieron su cuento, ¡su primer cuento! La mayoría de ellos cuando llegaron al taller apenas comenzaban a leer y escribir; como es natural a esa edad, de la letra a la palabra hay segundos invaluables que estallan al escucharlos pronunciar una frase completa.
Por eso, no quise presionarlos, mi objetivo era simplemente que jugaran y se divirtieran, que jugaran a ser escritores y pintores. Bellísimas creaciones brotaron de sus manos e imaginación, todos se llevaron a casa su Libro Gigante, ese libro que en cada página contiene sus sueños y sus ilusiones bajo el título: "El cuento que a mí me gustaría Leer". La temática fué variada, autos y super héroes para los niños, hadas y princesas científicas para las niñas.
Me agotaron!!! jajajaja, cada martes llegaba a casa agotada física y mentalmente, de no ser por Rocío, esta tarea de hacerlos trabajar arduamente durante más de un mes, hubiese sido casi imposible, debido a mi inexperiencia y sus ganas de hacer ruído!!!
Gracias a ellos descubrí algo nuevo en mí, descubrí que puedo convertirme en un payaso o en un animal fantástico con tal de hacerlos reír y leer! ¡qué grandes lecciones nos dan los más pequeños ¡si señor!
Ellos son mis chicos "de los martes":
Javier, Santi, Josefina, Laura y Carolina.
Los quiero!!!!!
Lucero*
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