Tenemos un duende, hada o elfo que nos ha elegido, que ha decidido ser nuestro amigo porque comparte nuestros gustos, nuestra personalidad y deseos, es algo así como un "angelito de la guarda" mucho más travieso y risueño; pero ¡tiene que vivir en algún lugar! Si!!! Porque lo llevamos a casa (se vuelve inmóvil ante los ojos de los demás...) y necesita un lugar donde guardar sus cosas y sobre todo descansar después de acompañarnos todo el día.
A estos personajitos les gusta vivir en los zapatos y como ya nos pasó que ¡utilizaba los zapatos de mamá o del abuelo! o los nuestros y se los llevaban a su casa mágica y por la mañana no podíamos encontrarlo para ir a la escuela!! ¡Uf! decidimos hacer con nuestras manos un zapato para él.
La verdad, hicimos un enchastre (jajaja), con pintura, engrudo y papel de diario. (-Ah! y también nos sirve para guardar nuestros lápices y/o aritos y pulseras-), mientras trabajábamos -y nos ensuciábamos- fuímos reconociendo su voz, sus manías y hasta su forma de andar, aprendimos que cada una de sus características son únicas e irrepetibles, leímos un poco de su historia (e inventamos las nuestras), compartimos poemas y charlamos sobre los lugares en la tierra en donde se les ha visto merodear...
¿y tú, has visto algún duende?
La verdad, hicimos un enchastre (jajaja), con pintura, engrudo y papel de diario. (-Ah! y también nos sirve para guardar nuestros lápices y/o aritos y pulseras-), mientras trabajábamos -y nos ensuciábamos- fuímos reconociendo su voz, sus manías y hasta su forma de andar, aprendimos que cada una de sus características son únicas e irrepetibles, leímos un poco de su historia (e inventamos las nuestras), compartimos poemas y charlamos sobre los lugares en la tierra en donde se les ha visto merodear...
¿y tú, has visto algún duende?
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