¿Qué mejor manera de leer que jugando?
Hace unos días, pedí a los chicos del taller que llevaran trajes para disfrazarse, petición a la cual respondieron con asombro y expectativas. Disfrazándose, ellos mismos podrían ser los protagonistas de las historias que leen y crean en el taller.
Qué gratificante ver dibujada en cada uno de ellos una ¡gran sonrisa! Y lo más sorprendente, constatar -una vez más- la maravillosa capacidad de asombro y el incesante deseo de sonreír. En este ejercicio, los niños se convirtieron en magos, bailarinas, princesas, superhéroes y jurados. Ellos mismos se encargaron de los preparativos, de ayudar a los más pequeños y de compartir sus disfraces. Liberaron su imaginación y descubrieron que los libros son generadores de mucha diversión! Los libros son desde ahora sus amigos y eso, me llena de emoción!
Lucero*
1 comentario:
Felicitaciones! que lindo es ver a los chicos divertirse con historias imaginarias, no hay nada más lindo que un buen cuento y unos dizfraces para hacer volar la imaginación y crear distintas situaciones. Me alienta ver que todavia hay niños que se divierten con cosas simples. Adelante!!!
Publicar un comentario