Taller de Lectura Infantil

Para niños de 8 a 12 años, quienes a través del juego, descubren la magia que guardan los libros y se convierten en protagonistas de su propia imaginación.







Maravillas de Cartón...

Una de las cosas que caracterizan este taller, es que después del tiempo dedicado a la lectura, realizamos actividades relacionadas con la lectura, la escritura y la creatividad.

En la actualidad -felizmente- nuestros niños estan expuestos a un sin número de estímulos visuales y auditivos; los juegos con los que ellos se divierten son cada vez más sofisticados, la tecnolología se hace presente en su pequeña vida cotidiana y, como lo mencionaba en un post anterior, la infancia del s.XXI más que estimulada, esta sobre-estimulada.

Si bien, aplaudo, celebro y utilizo las ventajas que ofrece el mundo actual, en mi pequeño taller me gusta volver a la raíz, a lo básico, intento recuperar una imaginación -que a mi humilde parecer- se viene diluyendo en medio de tanta modernidad. Cuesta, cuesta hacer bajar a los chicos la velocidad a la que estan acostumbrados, haciéndoles hincapié en que en nuestro taller no hay prisas; al principio me resulta difícil hacerles comprender que un simple pedazo de papel puede contener maravillas.

Con el pasar de los meses son ellos mismos quienes se desbordan y convierten una pequeña librería en un lugar ¡lleno de magia! Así, con lápices de colores, cartón reciclado, hojas en blanco y de colores, pegamento, crayones, tijeras y recortes de goma eva, cerrando los ojos y dejando volar libremente su imaginación, empiezan a crear su propio universo pletórico de sueños y fantasías...


2 comentarios:

Joselu dijo...

¡Qué bien me lo haces pasar con tus entradas! Casi disfruto como tú en tus clases leyéndote. ¡Qué maravilla ese tiempo lento en el que sumerges a los niños tan sobreestimulados de nuestro siglo! Seguro que despierta su fantasía e imaginación. Es una edad muy hermosa. La adolescencia es mucho más complicada. Un cordial saludo.

Lucero Gómez Cruz dijo...

Gracias Joselu,
la verdad es que este taller es para mí un remanso, una bocanada de aire fresco. Adoro a estos niños y adoro lo que soy gracias a ellos.

Un abrazo